Mantener el contacto visual, con la persona sorda, en todo momento.
Puedes llamar su atención a través de: leve toque en el hombro, encendiendo o apagando las luces, agitando la mano en su espacio visual o mediante vibración golpeando el suelo o la mesa.
Evitar obstaculizar la visión de los labios poniendo la mano delante o cerca de la boca.
No poner objetos en la boca cuando estés hablando con la persona sorda.
Vocaliza de forma clara sin exagerar y usando frases sencillas o cortas.
No es necesario gritar ni hacer gestos exagerados.
Cuando dos personas sordas estén hablando, no interrumpir su espacio visual pasando por en medio.
En una conversación en grupo, siempre respetar los turnos y ponerse en círculo para mantener el contacto visual.
Tener en cuenta que una persona sorda no puede comunicarse y hacer otra cosa al mismo tiempo.
Si la persona sorda es usuaria de Lengua de Signos, puedes contar con la presencia de un Intérprete de LSE.
Cuando la persona sorda no es usuaria de Lengua de Signos ni de lectura labial: en determinados casos, podrá comunicarse con él/ella a través de la escritura, con mensajes sencillos y claros.