El 23 de octubre de 2007, se aprueba la ley 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Esta ley, histórica para nuestro movimiento asociativo, fue aprobada por unanimidad de ambas cámaras legislativas.
Nuestro país ratificó en mayo de 2008 la convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, que insta a los estados a proteger y respetar sus respectivas lenguas de signos.